Print Friendly and PDF

Bizcocho de canela y yogur

 

Ingredientes

- 1 yogur blanco

- 2 yogures de azúcar

- 3 yogures de harina

- 1 yogur de aceite

- 3 huevos

- 1 sobre levadura en polvo

- Canela molida

 

Elaboración

En un bol separamos las yemas de las claras y las batimos enérgicamente. Añadimos el azúcar poco a poco, sin dejar de batir. Cuando hayamos añadido todo el azúcar, incorporamos el yogur y mezclamos bien, sin que se nos quede ningún grumo.

En otro bol, mezclamos la harina con la levadura. Se lo incorporamos a la mezcla de huevos y azúcar, tamizándola y mezclando bien sin cesar. Añadimos el aceite y un par de cucharas de canela en polvo.

Batimos las claras y las dejamos a punto de nieve. Se lo añadimos todo, mezclando con la lengueta, haciendo moviemientos envolventes para que no se nos baje.

Precalentamos el horno a 180ºC. Untamos un molde con un poco de mantequilla y una cucharada de harina, para evitar que se nos pegue el bizcocho. 

Lo introducimos en el horno unos 45 minutos, o hasta que la sacar un cuchillo, este sale completamente limpio.

 

Trucos para hacer un bizcocho tierno y esponjoso

 

  • En primer lugar batir las yemas de huevo, e ir incorporandole el azucar poco a poco es decir, echo un poquito de azúcar y mezclo bien, vuelvo a echar otro poquito de azúcar y mezclo y así hasta que consigamos una pasta de color amarillo claro sin grumos. Seguiremos añadiendo los ingredientes de nuestra receta poquito a poquito y mezclando bien hasta que lleguemos a la harina.

  • Mezclaremos la harina con la levadura e iremos añadiendolas a lo anterior tamizando y poquito a poquito, removiendo cada vez como en el punto anterior para que las celdillas de aire que se van formando no se rompan y nos ayuden a que nuestro bizcocho salga esponjoso

  • Y por último, batimos las claras de los huevos a punto de nieve y las vamos añadiendo como ya sabemos( poquito a poquito) a la mezcla que tengamos. Para que las claras no se nos bajen al juntarlas, no hay que batir, sino ir envolviendo la masa con las claras con ayuda de una lengua de pasteleria o con un batidor de varillas, y como siempre, de forma progresiva y sin prisas.

  • No dejar un reposo excesivo entre que hemos terminado la masa del bizcocho y el momento de meterlo al horno, para evitar que se destruyan las celdillas que ya conocemos.